Ni a pícaro descalzo, ni a hombre callado, ni a mujer barbada, no le des posada.

Ni a pícaro descalzo, ni a hombre callado, ni a mujer barbada, no le des posada.
Al primero, porque carece de medios para pagar el alojamiento; al segundo, porque esconde sus verdaderas intenciones, y a la tercera, por resultar desagradable su aspecto varonil. En sentido general, este refrán aconseja observar cautela antes de dar alojamiento a toda persona extraña.

Diccionario de dichos y refranes. 2000.

Игры ⚽ Поможем решить контрольную работу

Compartir el artículo y extractos

Link directo
Do a right-click on the link above
and select “Copy Link”